10 N. Inútiles elecciones.

La repetición electoral impuesta por Pedro Sánchez no ha materializado ninguno de los
resultados auspiciados por su promotor.
PSOE y Podemos, incluida la escisión de Más País, no cambian su correlación de fuerzas y hasta pierden votos y escaños. Izquierdas y derechas mantiene su polarización, con 6 escaños en favor de las primeras. En la derecha sí que hay cambios. El hundimiento de Ciudadanos posibilita la recuperación del PP y, sobretodo, el fuerte ascenso de Vox. El resultado de la ultraderecha era previsible pero no por eso es menos
preocupante. Abascal debe agradecer a Sánchez la coincidencia electoral con las movilizaciones catalanas contra la sentencia del Tribunal Supremo que ha propulsado sus consensos gracias a la propaganda represiva de su españolismo herido. Un ascenso indicativo de los venenos misóginos y racistas presentes en la sociedad. Un peligro real pero que no hay que magnificar. Las derechas juntas están lejos de los mejores
resultados del PP, y el mismo Vox, siendo el tercer partido, está por debajo de los votos de Podemos y Más País.
Por otro lado, crece el voto nacionalista en Euskadi y el independentista en Catalunya.
Crecen también las listas territoriales, en Galicia, Canarias, Cantabria y Teruel.
Un parlamento con 16 partidos.
Un resultado entonces que agudiza la crisis del régimen español y que complica la formación de un gobierno estable.
El hartazgo de la gente va más allá de los 10 millones y medio de abstenciones. Para mucha gente de izquierda puede ser el momento de pensar en un protagonismo
auténtico alternativo a la pasividad de una participación cada vez más marcada por la elección del mal menor.

11 de noviembre 2019