Contra el gobierno Rajoy.
Con las mujeres, los inmigrantes, los trabajadores
UNIDOS POR LA DIGNIDAD, EL TRABAJO Y LA SALUD
Lo que el Gobierno del PP está haciendo, en el surco de lo que ha empezado el Gobierno del PSOE, es una ofensiva a las necesidades básicas y a los derechos de la gente común. La reforma laboral obedece a un principio sencillo y obsceno: un trabajador sin derechos es una garantía para la reactivación de la economía de este sistema. Que luego se ponga o no en marcha esta reactivación es otro asunto. Mientras tanto se ataca sin pudor la dignidad de quienes trabajan a sabiendas de que seguirá creciendo el número de las mujeres y los hombres a los que se les niega la posibilidad de trabajar. El calvario al que están sometiendo a la sociedad griega es un ejemplo de la lógica cínica que anima a los gobiernos y del futuro sombrío que deparan. Los “recortes” ya en marcha y los que están previstos supondrán en esta península que las mayorías tendrán más limitaciones para curarse y ser asistidas, exponiendo así a graves riesgos a los más necesitados.
Lo que está en juego es la dignidad, la vida de las personas.
Un ataque a quien más afirma y cuida la vida, el género femenino, como el que está iniciando este Gobierno que pretende reducir también los parciales avances del movimiento de las mujeres.
Y pronto volverá a atacar, aún más, a los más desprotegidos, los y las inmigrantes.
Nosotros partimos de las exigencias de las mujeres y de los hombres, de su afirmación y defensa, que hoy en día están en peligro. Evidentemente, se necesita luchar. Pero en primer lugar, reflexionar y superar falsas ilusiones como es pensar que existen alternativas humanamente benéficas dentro de este sistema democrático.
En su decadencia, el sistema dominante revela su naturaleza mortífera, los límites deshumanos a los que conduce la lógica de la acumulación y de la opresión política. El sistema es un círculo vicioso cerrado que une de modo inseparable economía y política. No hay conflicto entre bancos y gobiernos, entre “mercados financieros” y democracia sistémica, es decir, la democracia real.
No hay futuro benéfico si permanecemos o partimos de los mecanismos decadentes de este sistema. A la hora de reaccionar es importante partir de otros principios, desde aquellas exigencias vitales que sí se reconocen como comunes, que pueden animar un protagonismo directo, expansivo, unitario fundamental para definir y experimentar otra dimensión de la vida social posible. Exigencias y valores para unirnos por la dignidad, el trabajo y la salud. Para posicionarnos con la libertad de decidir de las mujeres, de los inmigrantes y de los trabajadores. Con este espíritu, como socialistas libertarios, estaremos presentes en la huelga y en las manifestaciones del 29 de marzo con los contenidos de nuestro periódico.
Somos solidarios con las movilizaciones de la gente común que lucha por mejorar su vida.
11 de marzo de 2012
Jorge Herrero