Ser más humanos
contra la
deshumanización
Levantar los ojos de las pantallas,
activar la empatía, buscar la simpatía, estar atentos a quienes nos
rodean frente a la extrañeidad que se difunde en las sociedades
masificadas. Detenerse a saludar a un vecino, recibir bien al nuevo
compañero de trabajo o de estudio, desafiar el desinterés y el
aislamiento. No dejar de valorar los buenos gestos, dar una mano si
alguien lo necesita, hacer frente, firmes pero serenos, a quien trata
mal a las/os otras/os. Apagar los dispositivos tecnológicos y tomarse
un momento para pensar y sentir mejor, en nosotras/os y nuestra gente.
Aprender a colaborar y cooperar por el bien individual, relacional y
común en vez de hacer propia la lógica de la competitividad que nos
inculcan las culturas dominantes. Buscar conocernos y darnos a conocer
con paciencia, con sinceridad y lealtad, con curiosidad y respeto.
Intentar, seriamente, desterrar las prisas, la superficialidad, el
oportunismo y la invasividad. Informarse sobre lo que vive nuestra
humanidad tratando de comprender la causa de los dramas y la raíz de
las esperanzas. No hacerlo no ahuyenta el malestar, sino que lo hace
más grande.
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[leer más] Afirmar junto a los compañeros de trabajo
la dignidad y los derechos laborales, frente a la arrogancia y la
explotación patronal. Educarse en la paz y la pacificación desafiando
la violencia y la lógica del conflicto. Posicionarse con los pueblos
frente a las guerras que promueven, sostienen o conducen todos los
Estados y el terrorismo que ataca a la gente común. De todo esto
estamos hablando, de maneras diferentes, en nuestra Campaña Anual de
Autofinanciación. Son actitudes morales que marcan la diferencia. Que
nos hacen mejores, mejorando las relaciones y los ámbitos colectivos.
Lo podemos comprobar, cada una y cada uno, cada día. A la vez, no
bastan gestos momentáneos: ser más humanos contra la deshumanización es
un proceso constante. Requiere elegir ser diferentes con tenacidad,
porque los contextos en los que vivimos exaltan de la humanidad lo más
negativo. Son posibilidades basadas en características, capacidades y
recursos humanos naturales, pero no es fácil: en estos tiempos, para
que estos maduren, se necesita probarse, experimentarse, vivirse en
primera persona, sedimentarse colectivamente, crear cultura, en tiempos
largos. En ello nos empeñamos, con límites, contradicciones e incluso
incomprensiones entre nosotras y nosotros. Lo hacemos porque somos
personas comprometidas en el camino hacia el humanismo socialista,
acomunados con nuestra Corriente Humanista Socialista....
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