La publicidad de casas y empresas de juego y apuestas online inunda los medios de comunicación a cualquier hora del día. Los barrios más humildes, aquellos más golpeados por la precariedad material, son los que concentran la apertura de la mayoría de los locales de apuestas. Muchos cercanos a centros educativos. Se está normalizando el juego como forma de ocio y ya se habla de una auténtica epidemia de ludopatía, un grave problema de adicción que destruye la vida de miles de familias. Esta tragedia está siendo permitida por las instituciones, que –salvo algunas excepciones– legislan a favor del lobby de las casas de apuestas y empresas de juego online. Un negocio de miles de millones de euros que salen de los escasos recursos de los más humildes.
Especialmente inmoral es la participación de los medios de comunicación –que se nutren de la publicidad de estas empresas–. Periodistas deportivos que asocian el deporte con el juego, deportistas, actores y presentadores ceden su imagen para estas empresas a cambio de buenas sumas de dinero. ¿Saben estos medios y estas “personalidades” el sufrimiento que provoca el juego a miles de personas, la destrucción de familias…? ¿Se imaginan a sí mismos anunciando cocaína o heroína? ¿Les gustaría que alguien incitara al juego o al consumo de estupefacientes a sus hijos o nietos
Desde un punto de vista ético y moral es esto lo que hacen al dar su imagen a estas empresas.
Murcia es la comunidad con más casas de apuestas por habitante de España y de Europa (según ANESAR). En el año 2016 los afectados que decidieron tratar su adicción en Murcia fueron entre 700 y 800 personas, algunas de ellas niños de 14 años (datos dados a conocer por la Asociación Nueva Esperanza). Contra esta vergüenza surgen iniciativas a apoyar e imitar de personas concretas. La profesora de educación secundaria Mercedes Escavyha, ha puesto en marcha junto a sus alumnos, el “Proyecto Adictlescentes”. Su fin es hacer que los jóvenes sean capaces de protegerse y que ayuden a tomar conciencia al resto de personas de su entorno. Los alumnos participantes han elaborado un manifiesto –“Queremos crecer sanos libres”– dirigido a los personajes famosos que aparecen en esos anuncios: «Os pedimos, suplicamos, que
paréis. Que seáis conscientes del peligro al que nos estáis poniendo a los jóvenes
Sabéis perfectamente que sois influencers nuestros, que os imitamos, que os seguimos.
¿No os da vergüenza? ¿Necesitáis de verdad el dinero que os dan por hacerlo? Os hablamos con franqueza. Habréis ganado dinero, pero habéis perdido el respeto y la admiración de todos nosotros».
Jaime A.