Coronavirus. Los virus asesinan, los Estados también

El coronavirus ha causado ya en China más de 130 víctimas, 6.000 contagiados reconocidos oficialmente, 50 millones en cuarentena y se han dado ya los primeros casos fuera del país. Las infecciones virales no son una novedad, forman parte de la condición humana. Pero algo que hace más peligrosa esta infección es la irresponsabilidad y los errores de las autoridades chinas que –como todos los Estados– son poderes negativos que actúan para perpetuarse en el dominio y para sacar beneficios en perjuicio de la vida humana. En efecto, la alarma ha sido culpablemente aplazada por las autoridades durante semanas con la esperanza de que la emergencia remitiese, visto que la epidemia de neumonía
asiática del 2003 había causado decenas de millones de pérdidas a la economía china y daños en su imagen. El Estado chino controla férreamente la información y miente sistemáticamente en defensa de sus intereses. Como ya lo ha hecho con otras epidemias en el pasado, lo hace también esta vez: no casualmente, la Universidad de Hong Kong estima que son unos 44.000 los contagiados en China. La OMS, presumiblemente para no contradecir a los mandamases de Pekín, había mantenido la alarma internacional a un nivel “moderado”, admitiendo después que se había equivocado y corrigiéndolo a “elevado”. Los Estados, los lobbys económicos y las autoridades sanitarias internacionales que hacen hoy aún más peligroso al coronavirus son las mismas que no toman iniciativas eficaces contra patologías que desde hace tiempo afligen a las poblaciones más pobres de la Tierra: en un año el ébola ha causado unos 2.000 muertos sólo en el Congo y el sarampión 100.000 víctimas en el mundo. Frente a este cinismo escandaloso, resalta la obra del personal sanitario, médico y voluntario que en China y en el mundo permite –también afrontando riesgos importantes– afrontar las patologías más peligrosas. Es tarea nuestra combatir el morbo de la intolerancia, de la maldad y del racismo que, también frente al peligro del coronavirus, ha llevado ya en varios países a ofensas y
ataques contra personas de origen chino y asiático.