Siria. Un llamamiento desde Idlib

La situación en la región de Idlib, en el noroeste de Siria empeora. La ocupación militar por parte de Asad y de sus aliados ya está empezando. La población civil, más de 3.500.000 de personas refugiadas en este espacio para huir del régimen sirio, está sometida desde hace tiempo a la ofensiva militar del régimen, además de a la presencia represora de las fuerzas yihadistas-salafistas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Los choques entre las tropas sirias y las turcas son sólo una expresión superficial de la tragedia, ya que el régimen de Ankara está sobre todo preocupado por proteger sus fronteras dejando la región bajo control militar de HTS y expuesta a la ocupación de Asad.
Desde Idlib ha salido un llamamiento de sindicatos, organizaciones y asociaciones que denuncian la brutalidad de la intervención militar del régimen sirio, que está causando la muerte de cientos de civiles, la destrucción de miles de casas, infraestructuras y hospitales, provocando el desplazamiento de cerca de 600.000 personas entre diciembre y enero, llegando así a un total de 1.800.000, como confirman los informes de la ONU. También informan de que 3.500.000 de personas se están hacinando en áreas reducidas de la frontera de Turquía, con evidentes problemas de alojamiento y graves riesgos de orden alimentario y sanitario. Los firmantes desmontan la hipócrita propaganda de Asad: nadie ha pedido desde Idlib su intervención para protegerles del terrorismo. Ni el dictador de Damasco ni sus aliados son bienvenidos.
Se pide por tanto y por fín un plan de intervención internacional para proteger a la población civil. Aclaran que no reconocen la autoridad que un régimen sirio ilegítimo ha otorgado a las tropas rusas, iranís y de otras milicias que, por tanto, consideran fuerzas de ocupación ante las cuales reivindican el derecho a resistir. Es un llamamiento al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Ante el cinismo de la «comunidad internacional» hacia el pueblo sirio, lo asumimos como un mensaje dirigido a la sensibilidad de quienes sepan reconocer la dignidad de estas mujeres y estos hombres de Siria y su derecho a la vida, a la libertad y al futuro.