MÁS PROTESTAS EN EL INFIERNO DE MORIA

No cesan las protestas de los refugiados del campo de Moria en la Isla de Lesbos, en
Grecia. El incendio del martes pasado, que arrasó con el 80% del campo, parece tener
sus orígenes en la indignación de los mismos refugiados ante el intento de nuevos
injustificados confinamientos por un posible caso de Covid 19. Miles de personas ahora
malviven a la espera de ser realojadas, hacinadas sin agua, comida y refugio en las
zonas delimitadas por las fuerzas antidisturbios enviadas por el Gobierno griego. Una
vez más la respuesta ha sido el lanzamiento de gases lacrimógenos y reafirmar que no
hay ninguna posibilidad de que haya un traslado al continente mientras se están
poniendo ya las bases para un futuro campo-cárcel que reemplace el anterior. De este
infierno han podido salir solamente 400 menores acogidos por distintos países europeos
entre los cuales no está el Estado Español. El gobierno del PSOE, Unidas Podemos e
Izquierda Unida se ha lucido no aceptando a ningún refugiado reafirmando su
continuidad con el Gobierno del PP a pesar de las proclamas y de muchas promesas.
La hipocresía y el cinismo en todo caso es algo que acomuna a todos los Estados
cuando hablamos de la situación que viven millones de personas refugiadas.
Recordemos que en Moria vivían en condiciones infames más de 13.000 personas en un
campo preparado para acoger a 2.500. Son mujeres y hombres en muchos casos de
Siria, pero también de Afganistán, Congo, Irak y otros países que emprendieron con
mucho coraje viajes en búsqueda de una vida mejor. Estos viajes han durado a veces
años para luego toparse contra el muro construido por Europa. Nuestra solidaridad va a
todos los refugiados, las ONG y personas que están tratando de defender la vida y la
dignidad en condiciones extremas y frente, incluso, a la insolidaridad de sectores de la
población de la isla.