POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

El rapero Pablo Hasél ha ingresado en prisión con una condena de nueve meses de
cárcel, seis años de inhabilitación y casi 30.000 euros de multa por delitos de
enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y contra las instituciones del
Estado. Es por esta condena en concreto, basada en una canción y en unos 64 tuits
publicados entre 2015 y 2016, que se han reactivado otras anteriores que estaban
suspendidas y que ahora le podría acarrear varios años de cárcel.
Como ha denunciado Amnistía Internacional o el manifiesto firmado por más de
doscientos artistas, escritores y periodistas se trata de un ejemplo claro de la situación
represiva que se vive en el Estado español con respecto a la libertad de expresión: según
Freemuse, una ONG consultora de la ONU, hasta 14 personas fueron encarceladas en
2019 superando a otros Estados como Irán o Rusia.
Es muy importante reconocer la amenaza para la libertad de expresión que supone
esta condena, pedir la liberación del detenido y la absolución para todas las personas
injustamente acusadas. Hay que recordar además, que a pesar de las promesas hechas en
la campaña electoral y no obstante las tomas de posición “radicales” de Podemos de
estos días, este gobierno no ha hecho nada al respecto.
Esto no significa olvidar que Pablo Hasél es una persona que ha defendido y
defiende también los peores valores, habiéndose expresado, por ejemplo, en distintas
ocasiones en defensa del estalinismo más rancio o apoyando regímenes asesinos como
el de Bashar Al Asad en Siria. Incluso es importante aclarar que no todos los demás
juicios que tiene pendientes tienen que ver con la libertad de expresión.También
queremos recordar que no todas las manifestaciones de solidaridad de estos días tienen
el mismo valor. No es lo mismo manifestar de manera amplia, firme y pacífica la justa
indignación contra esta sentencia, que expresar la propia frustración con
enfrentamientos violentos, estériles y que al final impiden a muchas otras personas
poder unirse y participar libremente. Decir esto no limita evidentemente la denuncia de
la represión policial y el uso de proyectiles de espuma que en Catalunya han causado
además la pérdida de un ojo a una joven manifestante y muchos otros heridos.