Periódico nº136

Sumario del número:

  • En el mundo:
    • Reacción de las mujeres.
    • Haití manifestaciones antigobierno.
    • Argentina, 45º aniversario del golpe militar.
    • A 10 años de las revoluciones de 2011
  • Aquí y ahora:
    • Elecciones Madrid, contra las derechas.
  • Especial: Con la emersión femenina.
  • Vida chs:
    • Hay una escuela en el bosque…
  • Culturas:
    • 150 años de la Comuna de París

Recordando a la pequeña maliense.
¡Acogida sin condiciones, para todas/os!

Millares de personas llegan a las costas españolas buscando una vida mejor.
Vivir mejor en la mayoría de los casos es simplemente procurar seguir viviendo. Huyen de las guerras, de los abusos, las ablaciones, los matrimonios forzados, la trata. Emprenden el viaje en embarcaciones imposibles, los llamados cayucos. La mayoría parten desde Dajla, en el Sahara Occidental, con destino a Canarias después de haber atravesado, muchos de ellos, Costa de Marfil, Burkina Faso, Mali, Mauritania. Son agricultores y pescadores africanos y, entre ellos, muchas mujeres y niñas/os. Los pequeños se adentran en el mar. Con sus madres o solos. Una aventura infernal. Los Estados y sus gobiernos, burócratas y responsables de las muertes, no han tenido tiempo de cambiar “el protocolo” de llegada: traslado a un Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) o a las dependencias policiales donde pueden ser detenidos formalmente por 72 horas y el mismo tratamiento se da a pequeños/as separándoles de sus personas de referencia, como ha hecho Trump.
Muchos de los pequeños que sobreviven están solos en los hospitales. Sola estuvo hasta casi el final la pequeña maliense de 24 meses que falleció por deshidratación severa el domingo 21 marzo, tres días después de su llegada. Queremos imaginarla jugando y riendo junto a su madre y sus hermanos. Todavía no sabemos su nombre. Podemos imaginar cómo está su madre.
Son miles de niñas y niños que han llegado en estos meses de Covid. Solo en octubre pasado llegaron 2.000. En lo que va de año han logrado desembarcar en Canarias 2.600 niños y jóvenes. Es una tendencia imparable de los últimos años en todo el mundo.
Hay muchas personas voluntariosas sensibles a esta situación. A veces, nos encontramos con gestos pequeños pero significativos donde no los esperábamos, como los que han protagonizado los futbolistas alemanes y noruegos denunciando la terrible condición de los inmigrantes que construyen en Qatar las instalaciones para el Mundial de 2022.
En Canarias, asociaciones como Caminando Fronteras, y otras, se ocupan de denunciar la situación y de avisar cuando una embarcación se encuentra en peligro, además de tratar de acoger y ayudar a los que llegan. La asociación Somos red convocó una acto a orillas del mar para recordar a la niña fallecida, y para exigir que las personas puedan moverse libremente y no someterse a viajes tan peligrosos. Muchas de las personas que emprenden el viaje no llegan nunca.
Todos saben que las cifran que se dan de los desaparecidos en el mar son muy aproximativas a la baja. Con la llegada del verano se multiplican los intentos.
Desde Socialismo Libertario hemos defendido siempre la libre circulación de las personas denunciando a los Estados y al sistema. Aun en la delicada situación que vivimos con la pandemia, es benéfico y necesario ampliar las miras, reflexionar y pensar en nuestra especie y, sobre todo, en sus pequeños que deberían ser cuidados para ser felices, para aprender y crecer y no obligarlos a jugarse la vida por culpa de los Estados y de la indiferencia de las gentes.

Anabel Cubero
28 marzo 2021