Un juez ordena el retorno a España de los menores expulsados en agosto

Buenas noticias para las personas inmigrantes y para las personas solidarias que defienden una acogida sin condiciones. Un juzgado de Ceuta ha ordenado al Gobierno retornar a España a los chicos menores devueltos a Marruecos el pasado 13 de agosto de 2021.
Subraya: “se omitieron no sólo uno, sino todos los procedimientos legales, (…) sin existir traza alguna de expediente de repatriación”, “no existe ningún informe, ni se ha determinado en qué condiciones quedarían los menores una vez realizada su entrega al país de origen, si se entregarán a su familia natural o a algún familiar cercano, ni si alguna institución nacional se haría cargo de su guarda”. El juez ha ordenado a la Delegación del Gobierno de Ceuta que “adopte las medidas necesarias para el retorno de los menores de edad repatriados”.*
Quizás, lo más notorio es su afirmación: “antes que migrantes, son niños”.
Si el término migrante no lo acompañamos en nuestros sentimientos y pensamientos con el de personas (o niños) se cae en la cosificación y en la deshumanización, como hacen los Estados y sus leyes de extranjería, que consideran que pueden llevarlos de un lado a otro de sus fronteras según sus intereses, jamás con la intención de priorizar la vida y su valor humano.
Esta vez, un juez ha reconocido esta prioridad y es una gran novedad, un cierto triunfo del factor humano. Ofrece un antecedente que puede cambiar la deriva de muchos procesos judiciales respecto a la situación de los menores inmigrantes no acompañados. El proceso puede ser largo y quizás con resultados parciales, pero quizás sea una posibilidad de retorno para muchos de ellos y de labrarse un futuro mejor.
Todo esto gracias a la gran labor y el esfuerzo de organizaciones –la fundación Raíces, Andalucía Acoge, Ex Menas Madrid, Coordinadora de Barrios, Elin, Gentium, Maakum y No Name Kitchen– que se han activado desde la primera expulsión en agosto (y ya los meses anteriores con la llegada multitudinaria por mar a Ceuta en mayo) denunciando todas las irregularidades de la Delegación del Gobierno en Ceuta y contactando de inmediato con los chavales de los centros de acogida para que solicitasen medidas de urgencia que paralizasen las devoluciones. Se frenó el proceso de expulsión, aunque algunos ya habían sido devueltos a Marruecos, hasta que ha llegado esta última sentencia.
Veremos cómo prosigue. Nosotros continuaremos apoyando esta labor fundamental de las asociaciones solidarias que además ahora están recogiendo firmas para solicitar la apertura de un nuevo proceso de regularización y celebramos también este paso victorioso.
Mireya Almuzara
*Fuente: www.eldiario.es