El PP gana en Andalucía. Una mala noticia y varios mensajes

La victoria de las derechas, que consigue el 60% de los votos frente el 39% de las izquierdas, es una mala noticia.
Detrás del triunfo del PP, 1.582.412 votos (43,1%), frente a los 750.778 (20,7%) de 2018, en las elecciones autonómica andaluzas del pasado domingo hay muchos mensajes.
El PP menos “ideológico”, el menos conflictivo con el gobierno central, el menos proclive a seguir a Vox, el que consigue ocupar la posición central del PSOE consigue un resultado histórico. Un resultado histórico y, por eso mismo, condicionado, porque la mayoría absoluta del PP andaluz se debe a la moderación demostrada en el ejercicio del poder autonómico. Moderación de la que dependerá, por eso, conseguir mantenerlo.
El PP absorbe el voto de Ciudadanos, y también parte del PSOE (cerca del 10% dicen algunos institutos demoscópicos). Consigue canalizar también el voto “útil” para que, al gobernar en solitario, pueda neutralizar a Vox.
El PSOE no ha sabido reinvertir su declive andaluz, después de 37 años de poder absoluto que se acabaron en 2018. Consigue 883.707 (24.09%) votos, 130.000 menos que hace 4 años, que ya era su peor resultado. A su izquierda, la riña que ha llevado a la formación de Por Andalucía, el conjunto de organizaciones (Podemos, Más País, Izquierda Unida, Ecuo etc…) que, junto a En Comú Podem en Catalunya y Compromis en Valencia, deberían sostener el proyecto de Yolanda Díaz, ha provocado un esperado fracaso, agrandado por la presencia de Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez. En conjunto las fuerzas a la izquierda del PSOE pasan de los 15 escaños de 2018 a los 7 actuales.
Según los sondeos demoscópicos, de los resultados andaluces no se podrían extraer indicaciones más generales. Veremos. Algunos indicios, sin embargo, se pueden ver. En las derechas, ya no hay tres partidos. El PP ha aniquilado a Ciudadanos y quiere reducir a Vox a la irrelevancia o, en todo caso, a una alianza subordinada. Para las izquierdas las cosas son más complicadas porque el PSOE necesita urgentemente un aliado solvente para aspirar a seguir gobernando y el camino de Yolanda Díaz no se anuncia fácil.
Tampoco hay que olvidar el dato de quienes han decidido no participar en las elecciones. Son 2.633.145 personas, es decir el 41,67% de los que tenían derecho al voto.