En todo Irán se suceden las movilizaciones. Mujeres y hombres, jóvenes en su mayoría, se reúnen en las plazas contra el velo obligatorio y por la libertad de las mujeres frente a la represión patriarcal del régimen iraní. Algunas de ellas queman sus velos y cortan sus cabellos como signo de protesta, rodeadas de hombres que les hacen de escudo ante la policía. Bailan, se abrazan, gritan consignas como “mujer, vida y libertad” o “no tengamos miedo, estamos todos juntos”. El detonante ha sido la muerte de Mahsa Amini, joven de 22 años de origen kurdo, tras ser detenida por la “policía de la moral” el pasado 13 de septiembre en Teherán por dejar fuera de su velo un mechón de cabello. Una práctica habitual, que suele desembocar en “cursos de reeducación” para “enseñar” a las mujeres cómo deben ir vestidas. Porque también es habitual que las mujeres muestren sus tobillos, se maquillen más de lo permitido o dejen parte de su cabello al descubierto como signo de rebeldía e identificación recíproca en su búsqueda de libertad. Y el coraje de las mujeres ha dado también coraje a los hombres. Unidas y unidos protagonizan movilizaciones inéditas y valientes que continúan a pesar de la represión: hasta ahora se contabilizan 6 muertos y centenares de heridos por los disparos de la policía y el uso de lacrimógenos así como casi 300 detenidos. Continúan y nos llaman a reaccionar también a nosotras y nosotros: por Mahsa, por la libertad de las mujeres y de todos, contra el régimen iraní y la opresión patriarcal. Por eso, te invitamos a encontrarnos, informarnos e informar, expresar nuestra solidaridad y cercanía.