Del sur al norte, de Brighton a Newcastle pasando por Londres y Liverpool, centenares de manifestaciones espontáneas en toda Inglaterra han parado a los sembradores de odio racistas y fascistas que desde hace días envenenan el aire de la isla. Es una señal fuerte y clara de reactividad, un ejemplo a tomar rechazando toda resignación; es la demostración de que siempre es posible reaccionar y hacerlo en primera persona y juntos.
El trágico acontecimiento que ha sacudido al país a finales de julio –la masacre de chicas jóvenes en Southport a manos de un joven inglés de 17 años de origen ruandés– ha sido utilizada por la extrema derecha para desencadenar la violencia islamófoba y racista. Como es habitual la web ha difundido mentiras y odio sobre la naturaleza del crimen y sobre la biografía del autor; bandas fascistas han asaltado mezquitas, centros de refugiados y personas comunes difundiendo el miedo. Pero cuando los canallas han intentado subir el listón convocando cientos de manifestaciones en otras localidades, han sido parados. Han empezado a aparecer los primeros carteles firmados por “abuelas contra los nazis”, luego “welcome refugees”, muchas personas comunes, comunidades de inmigrantes, asociaciones solidarias. Las calles de cientos de ciudades inglesas se han llenado, ganas de unirse y de levantar la cabeza. De los fascistas no quedaba ni la sombra. (Incluso Musk, gran sacerdote del odio y de las mentiras en la web ha sido constreñido al silencio).
La reactividad de la gente mejor ha detenido el peligro. En la historia ya ha ocurrido otras veces y la memoria vuelve a los pueblos de Gran Bretaña que han combatido y vencido a la peste negra nazi, durante una larga fase solos, desde el primer al último día del conflicto mundial (1939-1945).
Vale la pena aprender esa lección. Si la capacidad destructiva de los poderosos es ciertamente muy grande –y se ve en la propagación de las guerras y de las máquinas de muerte, en la difusión del odio y de la miseria– no significa en absoluto que sean invencibles.
Giovanni Marino
9 de agosto 2024